El caso es que, aunque muchos viajeros aseguran estar preocupados por el cambio climático, solo una minoría cambiaría su estilo de vida para evitarlo. No se plantean viajar de forma sostenible y en muchos casos, ¡porque desconocen cómo se hace! Así que aquí te damos algunos consejos para que seas un viajero responsable. El primer paso es tomar conciencia de que el cuidado de nuestro planeta también depende de ti.
REDUCE TU HUELLA DE CARBONO
Vale, vale, quizás llegar al extremo de Greta Thunberg hasta el punto de no coger aviones para contaminar menos, no esté al alcance de todos los mortales. Pero algo que sí puedes hacer, es elegir los vuelos con menos emisiones de CO2 de entre todos los disponibles. En muchos buscadores de vuelos, se te indica esta opción entre la búsqueda de resultados!
También sabemos que ya se está trabajando en la creación de combustibles sostenibles -a partir de residuos- pero hasta que llegue ese momento, una forma responsable de volar sería haciéndolo con las compañías que inviertan en proyectos sostenibles dentro de su estrategia. Por ejemplo, EasyJet va a compensar cada una de las toneladas de carbono emitidas por sus aviones con proyectos renovables.
Pero elegir una compañía sobre otra no es lo único que está en tus manos: los vuelos directos siempre serán mejores que los vuelos con escala. ¿Por qué? Porque los aviones usan la mayor parte de su combustible durante el despegue y el aterrizaje. El equipaje también influye: cuanto más equipaje, más pesará el avión, y cuanto más pese, más combustible necesitará, por tanto, viaja ligero!
Por último, cuando sea posible elige viajar en tren, ya que produce mucha menos contaminación ambiental. Y siempre, e infórmate de qué transportes públicos puedes utilizar en el destino que visites, menos traslados privados y más traslados compartidos!!

DEJA EL MENOR IMPACTO POSIBLE EN EL ENTORNO
Aunque pienses que el impacto de algunas de tus acciones es pequeño, la suma de muchas acciones de varios viajeros, puede suponer grandes consecuencias en los lugares visitados:
Cuando se puso de moda colocar candados en los puentes, los enamorados no pensaron en la parte menos romántica del asunto: el peso hacer¡ peligrar su estructura. En París, por ejemplo, las autoridades no solo han tenido que quitar los candados del Pont des Arts, sino además protegerlos con paneles de vidrio, para evitar que los vuelvan a poner!
Apilar piedras en forma de pirámide imitando a las culturas budistas y taoístas, es otra práctica que genera un impacto negativo en el medio ambiente. Este ritual que se ha extendido por varias playas y entornos naturales, altera la flora y fauna de estos lugares: Impide por ejemplo que algunas plantas puedan crecer o que algunas especies autóctonas puedan anidar.
Por otro lado, la tradición de tocar ciertas partes de las estatuas de bronce buscando la suerte, hace que estas se desgasten y deformen en un tiempo récord. El pie del apóstol San Pedro en el Vaticano, el pecho de Julieta en Verona, los testículos del toro de Wall Street, o la nariz de Greyfriars Bobby, el perro más famoso de Edimburgo, son algunos de los afectados. Y seamos honestos, tocarlas no asegura tener más o menos suerte en tu vida, pero sí asegura un gasto extra al Gobierno cada vez que tiene restaurarlas. Viajar de forma sostenible significaría dejar de tocarlas!
Credit: rosepapacreative (Pixabay)
APOYA LA ECONOMÍA LOCAL
Si no quieres acabar viviendo en un mundo dominado por los grandes almacenes, las cadenas supermercados, franquicias de comida -sean rápidas o sean saludables- y tiendas de moda internacionales, etc.… entonces empieza por apoyar al pequeño comercio! Además, ya sabemos que las grandes cadenas no siempre respetan los derechos humanos de sus trabajadores…
Allá donde viajes siempre tendrás la oportunidad de apoyar a una familia local si compras en una pequeña tienda, si eliges productos cultivados o fabricados localmente, y si comes en restaurantes más pequeños. Por no hablar de lo excitante y retador que es probar cosas nuevas -y no cosas que ya tengas en tu país!)
Para crear un impacto positivo en la comunidad, también puedes donar lo que ya no necesites. Es posible que en un viaje largo vayas acumulando cosas (souvenirs, recuerdos…) así que deja lo que no ya no quieras a otras familias o a alguna tienda de caridad.
Por último, el regateo es una obligación en algunas culturas, y podrás estar cómodo haciéndolo en países como Marruecos o Egipto. Pero en otros países quizás estés haciendo más mal que bien, así que no abuses del regateo. Lo que para ti supone un ahorro mínimo durante tu viaje, para ellos, el hecho de que varios viajeros a lo largo del día jueguen a reducir sus precios, puede suponer una gran diferencia a final del mes.
Credit: Hugo Heimendinger(Pexels)
CAMBIA TUS HÁBITOS
Si todavía eres de los que deja el grifo abierto cuando se lava los dientes (ejem, ejem) ya puedes ir concienciándote del gasto de agua que supone hacer eso. Muchos alojamientos ya tienen en sus duchas o lavabos un temporizador para que no corra agua innecesariamente, pero intenta ser tú lo suficientemente consciente y empieza a ahorrar agua cada vez que puedas. Otra forma de hacer esto, por ejemplo, es usando los programas cortos de lavado cuando te toque lavar la ropa.
No abuses del aire acondicionado o la calefacción. Si eres de los que cuando tiene frío prefiere poner la calefacción antes que ponerse un suéter (de nuevo, ejem, ejem) empieza a ser un viajero responsable. Es muy fácil encender o pedir que te enciendan el aire frío o caliente, sobre todo cuando piensas que ya lo estás pagando. Pero amigos, eso no sería viajar de forma sostenible!
En esta línea del “todo pagado”, mucha gente también abusa en los buffet de desayuno o comida, y en muchos casos esto se traduce como un desperdicio de comida. Cuando tienes la posibilidad de servirte todo lo que quieras no escatimas en nada, y la mayoría de veces ni siquiera te terminas todo lo que se ha servido en tu plato -o platos-. ¿Esta comida dónde termina? En la basura, claro.
Aprende a reciclar, y siempre pregunta en tu alojamiento dónde están los puntos verdes. En muchos casos los tendrán a la vista. Si tienes la posibilidad, ¡elige un alojamiento que apueste por el turismo sostenible!

DI ADIÓS AL PLÁSTICO
En los países donde el agua es potable, lleva contigo tu propia botella de acero inoxidable para evitar estar comprando botellas de plástico. Este material es más caro que el aluminio, pero no libera componentes tóxicos, y además es muy resistente y no coge malos olores.
Si viajas a algún lugar donde el agua no es potable, siempre será mejor comprar una garrafa grande e ir rellenando tu botella cuando salgas a la calle, que comprar varias botellas de plástico.
Otro pequeño cambio que marca la diferencia es dejar de usar las pajitas de plástico. En serio, ¿para qué más sirven aparte de para decorar tu foto de Instagram? Te las pondrán por defecto en muchos sitios, así que acuérdate de pedir que NO te las pongan en tu smoothie, zumo, o cocktail!
Lleva en tu bolso o mochila bolsas reutilizables. No abultan nada -sobre todo esas que se pueden doblar bien-, y evitará que estés comprando bolsas de plástico que luego ya sabes dónde acaban.

EVITA EL TURISMO DE MASAS
El turismo de masas no solo afecta a los residentes de las grandes ciudades que se ven, por ejemplo, obligados a cambiar de casa por las desmedidas subidas de alquiler, o la aparición de alojamientos turísticos sin control. También afecta a las zonas rurales donde se empiezan a construir edificaciones de más después de que alguna serie o película las haya puesto de moda.
Por suerte, en algunos en parques nacionales como Machu Picchu, hay una limitación del número de visitantes diarios, mitigando así los efectos que producen las miles de pisadas de turistas. El “síndrome de Venecia” es un documental que cuenta los estragos que ha hecho el turismo desmedido en la que es una de las ciudades románticas de Europa. Lamentablemente, ya se usa este término para referirse a otros lugares que están padeciendo estas mismas consecuencias. El mundo es amplio y grande, ¡intenta diversificar!
Viajar de forma sostenible también significa no posturear. La fotografía en redes sociales ha cambiado nuestra forma de percibir y plantear los viajes. No solo es malo porque parece que uno ya lo haya visto prácticamente todo antes de llegar, sino porque hace que los lugares que se ponen de moda en la red, se masifiquen. Es más, algunos residentes locales ven trastocadas sus rutinas por viajeros hambrientos del perfect Instagram shot!

RESPETA A LOS ANIMALES
Para ser viajeros responsables y sostenibles también debemos evitar las actividades turísticas usen animales como entretenimiento. Cada uno pondrá los límites donde le parezca: para unos está en visitar un zoológico, para otros no subirse a los lomos de un elefante o de un burro, para muchos, fotografiarse con animales sedados.
Quizás no seas consciente pero muchos de los selfies con animales esconden una cruel verdad: Búhos a los que se les ha cortado un tendón en las alas para que no puedan volar, leones a los que se les cortan las garras para que se pueda jugar con ellos, lémures a los que se les extrae los dientes para que no muerdan a los turistas, o simplemente crías a las que se les ha separado de su madre demasiado pronto.
Muchas instantáneas de viaje con animales son aparentemente inocentes, pero la World Animal Protection nos alerta del maltrato que supone para algunas especies silvestres como los canguros o perezosos. El contacto físico con ellos -abrazarles, tocarles o cogerles en brazo- puede someterles a altos niveles de estrés.