Les compartimos parte del dialogo en una Entrevista a José Luis Parise por Denise Wilbanks: La Enseñanza Oculta de Cristo
[…] JL: Las iglesias, que se supone que se fundaron en nombre de los Iniciados, nunca fueron fundadas en los Iniciados. Cristo no quería a la iglesia, Buda no quería a la iglesia, y Mahoma jamás pidió que se funde una iglesia en su nombre, o una religión en su nombre. Esto significa, así como todo en Cristo intenta que volvamos a la concepción de divinidad en el humano, decirle al humano: volvamos a Cristo, dejemos de lado tantas encíclicas, 2.000 años de Vaticano tratando de padres de la iglesia explicarnos lo que Cristo jamás dijo.
Hay que entender algunas cuestiones centrales que en Cristo se entienden mucho mejor después de la Cruz que antes de la Cruz, y hay cuestiones que entonces ahí adquieren su dimensión. Hay una prueba que vale la pena hacer. Consideremos los cuatro evangelios canónicos: Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Si yo hoy le pregunto a cualquier persona que más o menos tiene la “información” que la iglesia… -información entre comillas-, la desinformación que la iglesia da
acerca de Cristo: ¿De qué te parece que es lo más importante que habló Cristo?
DW. Siempre lo primero que se me ocurre es el amor.
JL: ¡¡Ahí!! (Aplaude), gracias, me has ahorrado el camino (Ríe) me has dado tú el atajo. Exactamente, ésta es una de las respuestas más populares que la iglesia se encargó de ubicar. Vale la pena. ¡Haz la prueba, ahora se puede!, no tienes que hacer lo que tuve que hacer yo, catorce años estudiando estos temas, todos los días de mi vida, 14 horas por día. Ahora se hace con computadora fácil. Pon un Evangelio, el de Marcos, el de Mateo o el de Lucas, por ejemplo, los que se dicen sinópticos, y pídeles que te busquen cuántas veces está la palabra amor. Te vas a sorprender: Cero, cero y una. O sea, a Cristo no le interesaba tanto el amor como nos hicieron creer. Esto es una manera rápida de movernos de lugar. Y donde usan la palabra amor, es una traducción forzada. En un evangelio no lo nombra nunca, en otro no lo nombra nunca, y en el otro, donde lo nombra, es una traducción forzada. Pero en cambio en Juan, que Juan es el único de los cuatro evangelistas que conoció a Cristo más cercanamente, que compartió la Iniciación de Magia con Cristo… -Esto lo sabemos porque él tenía cierto grado sacerdotal, desde el momento que pudo entrar al momento en que lo están juzgando a Cristo, en que Pilatos lo juzga, porque ahí no podías entrar si no tenías algún grado sacerdotal. Además, es el único que habla en términos de India: el Verbo, el Verbo como se lo traduce, el avisar que “en tu Palabra está lo Divino”, “Dios es el Logos”, “Dios es el Verbo”. Esas son cuestiones de la India que, si quieres después retomamos, que así empieza el Evangelio de Juan. O sea, Juan es, de los cuatro Evangelios, el Esotérico, el Mágico, el Iniciado, el que entiende a Cristo- …OK, en Juan sí aparece la palabra amor. ¿Pero dónde?: Cerca de la Cruz, ahí lo tenemos claramente. Cuando Cristo se acercaba a la Cruz empezó a tomar conciencia de algo llamado amor, de lo que hoy todavía nos han vendido cosas que no son las que Él dijo
Pero primero y principal: ni Cristo era un obsesivo del amor, como nos hacen creer: “Cristo es amor…”. Bueno, en realidad ni para Mateo, ni para Marcos, ni para Lucas, Cristo estuvo interesado en el amor. Si tú les Mateos, Marcos y Lucas nunca te enteras de que Cristo tenga algo que ver con el amor.
Sin embargo, en Juan sí, pero del capítulo 15 en adelante. De los 21 capítulos de Juan, los últimos capitulitos, cuando ya estaba cerca de la Cruz, se empieza a interesar en el amor.
Esa Era es la de ésta Era, por eso yo trato de que se entienda el parangón. La Nueva Era -desde el 22 diciembre de 2012 en adelante- es equivalente a la Era de Cristo después de la Cruz, porque los conceptos de Luz, Amor y Palabra ahí llegan a ese nivel, recién después de la Cruz, al nivel de Amor. El otro que habla a cada rato de que Cristo ubica el Amor ¿Quién es? Pablo. ¿Y Pablo quien fue? Pablo fue el que se conectó con Cristo después de la Cruz.
Entonces, tenemos dos experiencias claras: Juan, que sí tenía relación directa con Cristo -dice que es el discípulo amado de Cristo- es el único que se nombra él, en primera persona, como discípulo. Él habla de que Cristo enseñó Amor, pero no el Cristo pre Cruz, recién el que ya estaba muy cerca de la Cruz. Cuenta la experiencia del Amor al lado de la Cruz, Cristo empezando a enseñar el Amor cuando está cerca de la Cruz. Después de la Cruz, Juan, ¡Juan!, escribe epístolas, tres epístolas, y ahí habla de Amor. Y después de la Cruz, Juan escribe el Apocalipsis y ahí habla de Amor.
Pablo es el otro. Vamos a ubicar algunas cosas que ordenan muy bien, me parece. Los textos de lo que pasa después de la Cruz existen, pero la iglesia los ha excomulgado, los ha “apocrifado”, los decretó apócrifos, y además tienen la enorme dificultad -o facilitación- de que si tú no recorres el Camino de la Magia -que es el mismo camino que recorría Cristo- son indescifrables. Los textos de Magia sólo se pueden leer desde la Magia. Cambiemos Magia por Iniciación si quieres, pero a Cristo le llamaban Mago: “Cristos de Gostais” ¡Cristo el Mago! Y así lo nombran muchos de los pocos historiadores que lo nombran “…ese Mago que pasó por la Cruz”, así lo nombran, hasta casi despreciativamente, pero Mago.
El Camino de la Magia no es turístico. Uno no puede ir a hacer turismo: “voy a hacer de Magia un curso y entonces voy a entender la Magia”. El Camino de la Magia es un Camino, un Camino de Vida en el que aprendes a generar la realidad que quieres, detonando en ti una conciencia cada vez mayor de lo Divino en ti, que es lo mismo que lo Divino en el universo. Eso, que a mí me llevó tanto tiempo estudiar, codificar, más de 150 viajes a las culturas originarias, aprender con los Iniciados, Hombres Sagrados, para que los Q’eros finalmente decidan que, de todas las enseñanzas, a ésta es a la que ungen con la Piedra Sagrada de la Nueva Era, la Piedra del Pachacutek. Eso es lo mismo que yo reconozco cuando leo en Cristo: ¿Qué? Lo que enseñó hasta la Cruz para llegar a ese nivel. Pero después de la Cruz está en textos determinados. Algunos textos hoy día se consiguen, en las librerías, pero una cosa es conseguirlo y leerlo; otra muy distinta seguirlo, interpretarlo y Aplicarlo, que es lo que te exigen. Uno de ellos, en el que ahora pensaba cuando ubiqué esto -por lo de Pablo y lo de Juan- es la Pistis Sophia, un texto que, más o menos, el nombre la gente tal vez sabe que existe, pero que es indescifrable por todos lados, si no consideras desde claves de Magia lo que ahí está escrito.
Pero lo que me interesa mencionar es que la Pistis Sophia dice claramente, empieza así, como te lo voy a decir ahora: “Luego de la Cruz, Cristo enseñó 11 años más a algunos discípulos”. ¿Cómo? La gente ni está enterada de que hay textos que cuentan literalmente lo que Cristo enseñó después de la Cruz.
Dice que enseñó después de la Cruz, 11 años seguidos, y a sus discípulos. A algunos, porque ya no todos estaban a la altura de lo que tenía para enseñar ahí. Vamos a otro apócrifo, el Evangelio de María Magdalena. Cuenta que, después de la Cruz, la familia carnal de Cristo, los hermanos, la madre, e inclusive, el otro bando era: Magdalena y el hijo de Cristo, el Grial, –después, si quieres, retomamos el tema- habían generado dos bandos enfrentados. Para ser más exactos, la familia carnal se enfrentaba a Magdalena, porque Magdalena decía que a ella (Cristo) le había enseñado cosas que a ellos no, y que ella se las quería transmitir. Pero ellos no aceptaban que Cristo les pudiera haber enseñado eso a una mujer -entendamos, mentalidad de ese momento- y también que les haya enseñado cosas… -y esta es la palabra que usa el Evangelio de María Magdalena- esotéricas. ¿Ves? Hay una Enseñanza post Cruz de Magia, de esoterismo. […]