El endiosado método científico, que solo es eso, una metodología para obtener nuevos conocimientos, con los que posteriormente poder explicar cómo funciona el mundo, a través de leyes y teorías, ha ido ganando cada vez más peso, hasta el punto de que basta con decir “la ciencia dice…”, para que algo automáticamente pase a ser absolutamente verdadero, como palabra de Dios.
Fuente: Mindalia
El mismo experimento de la “doble ranura”, ya demuestra científicamente que el observador modifica el resultado de la experimentación con su pensamiento, realmente lo que se obtiene por observación no es objetivo. Lo que demuestra, es algo mucho más extraordinario, que tenemos una responsabilidad sobre nuestros propios pensamientos, puesto que ellos están generando nuestra realidad.
De modo que siguiendo los propios pasos de método científico (todos sus pasos), vamos a demostrar que la ciencia no es objetiva, y para todos igual, como pretende.
Observación. Lo que observamos, es que hay muchas fisuras a la hora de reproducir resultados en muchos experimentos científicos, hay demasiadas excepciones inexplicables en medicina por ejemplo, que es la disciplina que vamos a tomar como hilo conductor.
Inducción y preguntas. Comenzamos a dudar de que podamos los occidentales estar en lo cierto, puesto que lo que reproducimos como verdad en cada experimentación puede estar influido por la idea preconcebida de darle valor a la “ciencia” que ya ha testado eso, si no dudas obtienes lo mismo, si dudas, puedes obtener otra cosa, puesto que tu creencia influye en el resultado, como demuestra el experimento de la doble ranura, pero pocos nos atrevemos a dudar del dios de la ciencia en la actualidad.
Hipótesis. Hay tantas excepciones en el método científico de para todos igual, porque cada uno está creando su realidad a partir de lo que cree, según su conciencia (conjunto de pensamientos y sentimientos, personales y culturales), ya que mucha gente no conoce o no cree en lo que la ciencia ha demostrado. Así la hipótesis podría resumirse en “lo que crees creas”Esta hipótesis está abalada por las creencias de otras culturas que piensan desde hace milenios, que la realidad es una proyección nuestra, individualmente es un holograma de la propia conciencia, y más extensamente de la conciencia colectiva, esto diferencia mucho de la concepción occidental.
Experimentación. Si nos vamos por ejemplo a la medicina, observaremos como continuamente los fármacos testados experimentalmente dan resultados anómalos sin parar, enfermos que curan inexplicablemente de enfermedades terminales y al contrario. La enorme cantidad de personas que viven en condiciones extremas para la vida, con dietas o hábitos imposible para la ciencia, etc.
Demostración de que la hipótesis es cierta. Que las medicinas por ejemplo nos curan porque interviene el placebo, si crees que te curará te curará, ya lo dice el Evangelio, “tu fe te ha salvado”.
Tesis. Pasamos a determinar que la hipótesis es cierta, por lo que obtenemos como científico que el método científico está equivocado, al basarse en que la observación es algo objetivo y que no modifica el resultado de la hipótesis, cuando desde el estudio del fenómeno de la doble rejilla se sabe que no es así, el observador modifica lo observado, luego no se puede generalizar.
Además, el método científico no puede medir la conciencia que influye en la observación, porque no es algo medible ya que necesita no solo la razón para entenderse, este método no sirve para analizar verdaderamente cómo funciona el universo, como habían pretendido hacernos creer, puesto que como ya hemos demostrado interviene la conciencia en la observación, y por tanto en el resultado de cada experimento.
Con ello encontramos otras deducciones.
-Lo único que obtienes cuando un grupo de gente al azar da un resultado similar en una prueba, es que esas personas tienen una conciencia parecida respecto a algo de esa prueba.
-Que los resultados están en función de las creencias positivas o negativas.
-Que todo lo que lleva el apellido científico, genera poder, y con ello control y fortunas, en detrimento de los que se ven esclavizados por ello, con resultados dañinos para la población, como la hiperermedicalización, y para el planeta.
-Que pasamos a ser responsables, no solo de nuestro propio cuerpo como proyección holográfica de nuestra conciencia, sino también de lo que nos rodea.
-Que somos creadores, y esto implica una responsabilidad que no todos estamos dispuestos a asumir. Preferimos presentarnos como víctimas desvalidas y como salvadores, esto al ego le agrada más, dejando la responsabilidad sobre nuestras vivencias en otros, o cargando con las que no nos corresponden para sentirnos superiores.
-Los demás, cómo por ejemplo los médicos, solo son parte de nuestra proyección, solo responderán acertadamente si nosotros lo creemos así, no tienen la responsabilidad sobre nuestra salud, eficacia, y otros parámetros en relación con esa situación que compartimos, por eso no les podemos echar toda la culpa de lo que hagan mal, aunque claro está hay que actuar como la mutua dignidad merece, también preguntarnos la razón de la creencia por la que no nos sentíamos merecedores de un buen trato…Porque todo es proyección nuestra.
-Fuera ya tanto victimismo, la ciencia por desgracia, que la vemos como salvadora, en realidad ha apoyado que vivamos en una realidad de víctimas y salvadores (ella se vende así), para la mayoría de la población.
-Hay miles de situaciones en las que influye el paradigma de la realidad que cada uno tenga para obtener unos resultados, y eso pocas veces se cuestiona, y aunque se sepa cómo es el caso desde hace mucho, tenemos la tendencia a resolver lo cotidiano sin cuestionarnos desde que perspectiva lo hago, ya que tanta reflexión es difícil de mantener, pero vale la pena al menos ir intentándolo, poniendo ahí el foco. Empezando por cuestionar y no endiosar lo que nos venden a bombo y platillo como científico.